La congruencia es esa sensación interna que se genera cuando lo que estamos
haciendo o pensando tiene una buena dosis de veracidad, equilibrio, coherencia,
sinceridad que nos impulsa a continuar con cualquier proyecto porque estamos en
el camino correcto y ecológico. (Ver artículo sobre Ecología y PNL)
Es un sentido de dirección y de energía interior que nos permite
avanzar hacia nuestro objetivo (Ver artículo Enséñale a tu mente a
cumplir objetivos) sin excusas, justificaciones o demoras. Éste
procede de tener todas las partes de uno trabajando unidas hacia el objetivo
aspirado.
Cuando tenemos un objetivo claro y bien enfocado en nuestro horizonte,
todas las partes involucradas participan en equipo para lograrlo, eso es
congruencia.
Cada parte participa a su manera y contribuye hacia el logro del
objetivo. Es como si todas estuvieran de acuerdo. Estas partes involucradas son
los valores, principios, hábitos, creencias, sueños, deseos, visualizaciones,
etc., y pareciera que se funden juntas para obtener un resultado.
Cuando hay congruencia, el logro de cualquier objetivo es fácil y se
alcanza con un esfuerzo mínimo, porque todas las fuerzas propias tiran hacia la
meta sin problema. Sin duda, todos hemos percibido esta sensación de logro en
algún momento de nuestra vida.
Una persona con carácter carismático destaca cuando vemos que es fiel
a su palabra consigo mismo y con los demás. Sus acciones reflejan lo que dice y
su ejemplo va de la mano con su estilo de vida. Su congruencia se hace notar
porque no se contradice ni se justifica, sino simplemente obtiene resultados.
Este ejercicio te ayudará a identificar la congruencia y a darte
cuenta qué sucede en tu interior.
“Cierra los ojos y piensa en algo que querías con todas tus fuerzas y
lo lograste, reconoce tus sentimientos congruentes: cuales son tus valores, tus
creencias y la intención. Date cuenta cómo juntas cobran fuerza, observa los
detalles de tu objetivo. Todo trabaja por ti y para ti para lograr tu deseo.
Siente cómo se dan las cosas. ¿Hay algo en específico que pueda definir su
congruencia?”
Lo contrario es la incongruencia, un estado de división interior, de
indiferencia y pasividad. “Quiero, pero...” Es como si tiraran de nosotros en
dos direcciones. Diferentes partes internas luchan por sobrevivir y cada una
tiene su intención positiva (ver artículo Intención
positiva). Esto produce un bajo rendimiento en el trabajo, en las
relaciones personales y como resultados tenemos efectos nocivos para la salud.
No hay energía ni dirección para lograr el objetivo.
La incongruencia es la lucha interna que no termina porque las
diferentes partes están en constante conflicto y aunado a estos conflictos
interviene la lucha del ego. El ego quiere sobresalir ante todo. Sin embargo,
el ego tiene sus propias cualidades que no suelta; en ocasiones es cómodo, en
otras, es egoísta, o es dominante. Se dedica al autosabotaje, la
inconsistencia, las justificaciones y al autoengaño. Un empleado tiene
aspiraciones a subir en la empresa, pero no logra levantarse más temprano para
llegar a tiempo a su trabajo. Y diario justifica su falta de puntualidad. Otro
se pregunta por qué no es reconocido en la oficina, si hace lo que le piden
pero lo hace con pereza y desinterés, no proyecta una dedicación ni entusiasmo
en lo que hace. No hay congruencia.
Si pretendes influir en los demás, la incongruencia te hará ver cómo
falso, poco sincero, poco confiable, una persona que no tiene palabra y a la
que nadie seguirá. ¿Qué impresión te da un médico que tratará tu problema de
peso cuando él mismo pesa 100kg? No es muy congruente con sus propias técnicas.
En este ejercicio identifica alguna incongruencia en tu experiencia.
“Cierra los ojos y piensa en algo que por un lado era una buena idea y
por otro tuvieras duda, te podía meter en problemas, o había inseguridad, o
quizá la extraña sensación de que algo no te convence. Le das vueltas al asunto
y no llegas a nada. Te cuesta iniciar y dar el paso, te sientes atorado y no
ves el desenlace con claridad. Ésta es una señal de incongruencia. Conócela y
reconoce donde estuvo el atore.”
Para librarnos de la incongruencia, en Programación Neurolingüística,
es importante averiguar cuales son mis prioridades, mis valores, principios y
creencias. Averiguar cuales son mis intenciones verdaderas: ¿dejar de fumar? O
¿sólo bajarle? ¿Seguir con el mismo trabajo aburrido para tener un ingreso? O
¿buscar algo que me entusiasme y pueda desarrollarme congruentemente? ¿Seguir
como estoy aunque me cause angustia, ansiedad, enojo, agresividad y los
problemas de salud correspondientes? o ¿aprender a trabajar con calma, a
resolver las situaciones que se van presentando para lograr un equilibrio con
todos mis recursos positivos?
Eres congruente cuando te sientes bien contigo mismo. Todo está en
darse cuenta. Cuando no estás en equilibrio, te aconsejo que te detengas y
analices tu situación. Después de analizarlo, toma acción, y busca ser
congruente con tus principios, tus pensamientos y tus acciones. Verás lo fácil
que es sentirse bien y lograrás mejores resultados en cualquier cosa que
intentes.
Equipo MOTIVACIONALES.CL