Cuando
el trabajo en equipo responde al trabajo colectivo y la consecución de los
objetivos exigidos, es importante que la
organización establezca un sistema de gratificaciones dirigidos al grupo. Así,
el equipo luchará por conseguir las metas, y el esfuerzo conjunto de sus
miembros ayudará además a aumentar su cohesión interna.
Sin
embargo, cuando las
cosas salen bien no sólo se debe premiar al equipo entero, sino que también a
cada uno de los integrantes, pues ya dentro del equipo hay distintos niveles de
dedicación y de eficiencia.
Pero,
¿cómo gratificarlos por separado?. Hay que premiar al empleado que destaque
individualmente ya que esto contribuye a crear cierto espíritu competitivo
dentro del equipo, lo que redunda en un mejor desempeño.
Si
no hubiera un reconocimiento individual se podría fomentar cierto conformismo,
es decir “para que esforzarme más que el resto si voy a cobrar lo mismo”.
Por
ende, si una organización introduce en su funcionamiento el equipo de trabajo,
será necesario ajustar su sistema de retribución para tener en cuenta esta
realidad. Pero sin que esto impida el reconocimiento del mérito individual.
Recuerda
que siempre resulta
más eficaz premiar el trabajo bien hecho que castigar el mal hecho.
Si
se premia el bien hecho, éste sirve de ejemplo al resto de la plantilla sobre
el nivel de desempeño que la organización considera sobresaliente, mientras si
sólo se castiga el mal hecho, los empleados únicamente conocerán qué es lo que
hay que evitar para no ser amonestado y tratarán simplemente de cumplir con ese
mínimo exigido y poco más....un abrazo para tí.-
Equipo MOTIVACIONALES.CL