Es fácil
soñar y trabajar día a día en conseguir todo lo que nos propongamos. Pero
muchas personas que conozco limitan sus sueños porque pierden su compromiso
al menor obstáculo. Si hay dificultades para conseguir sus metas, se vuelven
especialistas en culpabilizar a otros de sus problemas y se olvidan de
la motivación de su sueño inicial.
Hace más de
siete años tuve un quiebre en mi vida, con un accidente
casi mortal, que desde luego me podía haber
servido para estar quejándome el resto de mi vida. Tras un periodo de
reflexión, donde había perdido por completo el rumbo, encontré en mi formación de coaching, pnl, liderazgo, etc, un nuevo comienzo. Es decir, pedí ayuda para encontrarme a mí
mismo.
Así, hace
seis años, tras una formación inicial encontré
que mi sueño era conseguir personas más concienciadas que trabajáramos
por un mundo mejor para todos. Había que acerca la multitud de técnicas que
había aprendido y, que en mi caso, habían servido para potenciar todo lo
bueno que podía hacer en vez de enfocarme en todo lo que ya no podía hacer.
Detecté que mi sueño era democratizar el coaching, y acercarlo al mayor número de personas, sin importar su religión,
sexo, ideas políticas, o condición económica.
Comencé
escribiendo, como el que no quiere la cosa, el que sería mi primer libro: Autocoaching, cómo conseguir lo mejor de uno mismo, y así emprendí un largo camino lleno de obstáculos. Un libro
inicialmente sin editorial, porque nadie me conocía y tampoco sabían de la
existencia del coaching. Un libro que, sin editorial que apostara, finalmente
publiqué mediante una distribuidora y que realicé toda la difusión necesaria para que llegara al mayor número de personas. Un libro, que sin que
tuviera experiencia alguna en el mundo editorial, conseguí vender 4.000
ejemplares, que ahora está editado por Gran Aldea Editores en
Latinoamérica y se edita a finales de este año en Francia con una tirada de
3.000 ejemplares (más información en este enlace).
Pero el
libro sólo era el comienzo, y mi sed de acercar la felicidad se alimentó con la
creación de una web, www.autocoaching.es, en donde las personas pudieran seguir paso a paso la metodología y donde además pudieran seleccionar lo que realmente querían en su vida
y qué cosas iban a cambiar. Como parece complicado saber lo que queremos,
durante los dos años siguientes generamos un completo catálogo de gustos y
opciones (una taxonomía) que permitiera simplificar la selección de nuestros
ingredientes de la felicidad ¡Un catálogo con 260.000 gustos y 10.000
cambios sugeridos! Así se creó el coaching de la variedad, que está ya en
su segunda versión y que se puede comprobar aquí.
Con la
inversión de mi propio bolsillo, ya que aún podía mantener mi antiguo trabajo,
y con el sudor de muchas noches en vela, conseguimos afinar la primera versión
de la herramienta web. Dos años de trabajo, y el 22 de junio de 2007 se presentó en Esade, con el
apoyo de Álex Rovira y Manuel Seijó, la nueva
herramienta de Autocoaching®. Muy poca gente entendía el
mensaje aunque a todo el mundo le encantaba. Supongo que todavía nos tocaría
vivir una crisis social para entender la importancia del bienestar interior.
Han sido
cuatro años en los que el bebé fue creciendo, llegando a ser apoyado por un
segundo libro (Autocoaching para despertar)
y ahora un tercer libro-blog (ConseguirLaFelicidad.com:
Autocoaching en la práctica), y siempre
creciendo con vida propia a través de miles de usuarios (actualmente más de
20.000) que fueron creyendo en el proyecto. Pero usuarios, como es normal, sin
muchas capacidades económicas, y que han podido utilizar casi toda la web de forma casi gratuita.
Claro está,
siempre hay que vivir de algo, porque a mí aún no me ha tocado la lotería para
que mi trabajo sea una ONG, organización sin ánimo de lucro (que ya me
gustaría). Habiendo comprobado la potencia de la herramienta (aquí está la encuenta de satisfacción), durante los últimos dos años, comenzamos el camino de vender la
herramienta personalizada en empresas (como miGPSVital® y miGPSProfesional®). Sí, sí, estamos hablando de vender en las empresas una herramienta
para que la gente sea feliz. ¿Parece sencillo?, ¿no? Me temo que no se
imaginan la dificultad de una locura así en tiempos de crisis.
Pero no he
desvanecido ni un minuto, por muchos obstáculos que haya visto. Algunas
personas no me han acompañado en mi camino y he perdido algunos valiosos
amigos. Otras veces han sido los bancos los que se han encargado de dar la
zanahoria para alimentar y luego retirarla con una trampa mortal. Muchas
personas se han arrimado al concepto, pero luego sólo han sabido poner la mano
para cobrar. La lista de los obstáculos y problemas podría servir para escribir
una telenovela de éxito, pero como no merece anclarse en la queja, he sabido
siempre convertir tal desgaste en energía que me ayudara a conseguir mi visión.
Ayer firmé
mi primer contrato, con una empresa multinacional de la talla de Nivea. El proyecto ya funciona (es totalmente gratuito para los que se conecten
desde España), y es un honor comprobar cómo mi sueño de hace
seis años se plasma en una realidad que pueda llegar a la gente. Serán
necesarios más clientes, que tengan el valor de ser pioneros como Nivea, para poder llevar mi sueño aún más lejos…
Equipo MOTIVACIONALES.CL