
Tal como un proceso o camino a recorrer, el deporte puede permitirnos avanzar sin dificultades hacia la cima o también podemos encontrar piedras y obstáculos así como mesetas que nos impidan continuar en ascenso. Lo fundamental ante estas interrupciones es no bajar los brazos y continuar.
Entonces, en medio de este recorrido que implica avanzar en el entrenamiento para llegar a nuestro objetivo, siempre puede haber un tropiezo que no debe interpretarse como una caída y dejarnos inmovilizados, sino que por el contrario, debe estimularnos a seguir, a levantarnos y continuar.
Un tropiezo debe considerarse parte del proceso, parte de nuestro plan de entrenamiento pero nunca un retroceso o una señal de stop para nuestro esfuerzo.
Piensen que todos podemos tener un mal día, podemos sufrir dificultades que nos impidan culminar la carrera o hacerlo de una forma muy diferente a la que esperábamos, pero por sobre toda las cosas, aprender de las dificultades, conocer los obstáculos y recordar para el próximo desafío.
No lo olviden, un tropiezo no es caída, es nada más que un proceso de aprendizaje y crecimiento en medio del entrenamiento.
Para culminar este artículo y dar pruebas de que todos tenemos un tropiezo, que no es una caída, en medio de nuestro deporte o entrenamiento, les invitamos a contarnos sus tropiezos y obstáculos que han sorteado con el tiempo, pero que nunca olvidarán como parte de un aprendizaje, para decir una vez más....¡¡ levántate y continúa !!.
Equipo Motivacionales.cl