Muchas personas me preguntan si la autoestima es la consecuencia de
nuestros buenos resultados o si nuestros buenos resultados se producen (en
parte) por nuestra autoestima. En otras palabras, qué es primero, quererse a sí
mismo para obtener la autoconfianza que nos conduce a buenos resultados, o
buscar buenos resultados para mejorar nuestra evaluación que hacemos de
nosotros mismos y con ello, querernos más.
Ésta no es una pregunta menor, pues si nos inclinamos a pensar que la
autoestima sólo es el resultado de nuestros éxitos, entonces no es algo que sea
prioritario atender si lo que deseamos es mejorar el desempeño laboral y más
bien nos avocaremos a desarrollar aspectos conductuales, técnicos y
relacionales. Por otra parte, si enfatizamos la posición contraria, nos
inclinaremos a favorecer la satisfacción personal en el trabajo, esperando que
aquello termine produciendo los resultados laborales esperados, y esto no
siempre es así.
Desde mi punto de vista, no se trata de enfatizar una u otra postura,
tampoco de pensar que la "solución" se encuentra a medio camino entre
estos dos polos, sino que debemos intentar capturar la naturaleza compleja y
sistémica de este fenómeno. Así, la autoestima es a la vez una causa y un
efecto de un desempeño laboral exitoso. Autoestima y desempeño laboral se
retroalimentan constantemente, se influyen y ajustan mutuamente.
Sin embargo, creo que existe otra cuestión que a mi juicio es más
relevante ¿Autoestima alta o autoestima fuerte? Tendemos a vincular el éxito
laboral, y cualquier otro tipo de éxito, con la alta estima que la persona se
tiene; estima por su trabajo, por quién es, por lo que hace y ha logrado. No
obstante, como sabemos, el mundo del trabajo, está lleno de altibajos, de experiencias
buenas y malas, de resultados exitosos y magros, de relaciones nutritivas y
tóxicas (y toda la gama de “grises” entre los polos mencionados). …entonces,
¿Qué pasa con nuestra autoestima cuando las cosas no van como queremos, cuando
nos frustran los malos resultados, las relaciones tóxicas y las malas
experiencias? ¿Cae con ellas nuestra autoestima? ¿Se resiente o decae siguiendo
esta “montaña rusa” emocional derivada de lo bien o mal que nos va?.
Si nuestra estima se ha construido rápida y exclusivamente desde
resultados exitosos, valorados principal o exclusivamente por los otros y se
sostiene en la superioridad sobre otros (y sus resultados), probablemente
estamos frente a una autoestima alta, llamativa y hasta envidiable …pero
frágil, que se fracturará cuando cualquiera de estas condiciones ya no esté,
cuando vengan “tiempos de vacas flacas”. Una autoestima fuerte, en cambio, se
construye desde adentro hacia afuera, desde la propia consciencia de las
fortalezas que se poseen y la confianza en que con trabajo y determinación, se
alcanzan las metas que nos fijamos. Una autoestima, así construida, no resulta
en superioridad sobre otros, por el contrario, provee la humildad para
comprender que el proceso de quererse a sí mismo es un quehacer más bien íntimo,
que requiere de tiempo, perseverancia y que sigue un ritmo muy personal. La
autoestima entonces, sí es un resultado, pero no meramente de los productos de
mi trabajo, sino de este afán de superarme a mí mismo cada día.
La autoestima fuerte, al poseer más independencia del medio externo, es
un centro de fortaleza personal y autoconfianza, especialmente frente a las
dificultades propias del mundo del trabajo. Su fortaleza te sostiene cuando las
cosas no van bien, cuando no alcanzaste las ventas que necesitabas, cuando el
proceso se salió de planificación, cuando los proveedores no te respondieron a
tiempo, cuando el gerente o el dueño no apreció el enorme esfuerzo que pusiste
en el último proyecto o cuando tus colaboradores no se comprometen con las
metas acordadas.
La autoestima fuerte te sostiene cuando todo lo demás falla, porque si
tú no te amas, no confías en ti, ni en tus fortalezas, entonces quién; y claro,
la autoestima también se nutre de tus éxitos materiales y relacionales, pero el
primer paso siempre está en uno mismo. Así que ya sabes, cuando te pregunten “–
¿Tu autoestima es alta?, responde, “– No, es fuerte”....
Equipo MOTIVACIONALES.CL